jueves, 20 de marzo de 2014

“Niños desobedientes, padres desesperados”

“Niños desobedientes, padres desesperados”

Empieza a leer... "Niños desobedientespadres desesperados":http://www.librosaguilar.com/uploads/ficheros/libro/primeras-paginas/201201/primeras-paginas-ninos-desobedientes-padres-desesperados.pdf

“Niños desobedientes, padres desesperados” es el título del último libro de la psicóloga infantil más conocida de España, famosa por su programa “Supernanny”. Con profundo sentido común, el libro entrega claves para enseñar la obediencia a los niños. En esta entrevista profundiza en esos conceptos.
La mala noticia es que Rocío Ramos, como muchos educadores, relaciona la obediencia con hábitos que los padres inculcan a sus hijos desde que nacen: es la armonía de la vida diaria la que los lleva a acatar normas. Ante esta premisa, muchos podríamos sentir que ya llegamos tarde. Pero la buena noticia es que a partir de la edad de las rabietas, que suelen comenzar alrededor de los tres años, esta psicóloga española asegura que existe un modo de ejercer la autoridad en forma positiva, que no sólo da buenos resultados, sino que templa el carácter de los hijos y además beneficia las relaciones de los padres con ellos y en consecuencia, repercute en todo el ambiente familiar.
Recientemente ha publicado su último libro “Niños desobedientes, padres desesperados”, donde enseña junto a Luis Torres Cardona el método para que un hijo haga caso a la primera.
En esta entrevista nos habla de su teoría, que comienza con la formación de hábitos en la temprana infancia para seguir con la identificación y control de emociones.
“Los hábitos dan seguridad al niño”
¿Desde qué edad se educa la obediencia y por qué?
- El niño cuando nace no sabe de organización ni horarios. Poco a poco va aprendiendo a través de sus padres cuando toca dormir, comer, bañarse o jugar. Los hábitos le dan seguridad, porque vuelven su mundo predecible. Cuando no hay rutinas, la incertidumbre de no saber lo que va a pasar, genera un niño ansioso porque no sabe qué hacer y cómo llevarlo a cabo.
¿Cuáles son los hábitos más importantes de inculcar en un hijo desde que nace?, ¿cómo enseñar a obedecer, entonces desde la cuna?
- Al principio el bebé tiene que ir adaptándose al mundo. Por eso, todo es a demanda: la comida, el sueño y el tiempo de vigilia. Poco a poco, se va ajustando a un horario. Así entorno a los 8 meses, es esperable que tenga un buen hábito de sueño (sepa conciliar el sueño solo y en su cama). Aprender a comer de todo será el siguiente reto, de forma que en torno a los dos años acepte casi todos los sabores y alimentos. Si estos dos hábitos se han establecido adecuadamente el niño tiene muchas más probabilidades de establecer los posteriores, como el de estudio. Por eso, la etapa 0-3 es tan importante, porque se establece el esquema de cómo aprender y si el niño lo asimila será capaz de aprender cualquier cosa.
¿Cómo lidiar contra las fuerzas “externas” a la creación de esos hábitos: los mimos de los abuelos, los modos diferentes de educar a los primos, etc?
- El planteamiento es distinto, no se trata de lidiar sino de mediar. Los padres son la figura de referencia para el niño, que entiende bien que las cosas se hacen en su casa de determinada manera. Aunque en otras situaciones no sea así, esto es: “Puedo elegir comida en casa de los abuelos, pero en mi casa se come el menú que haya”.
La autoridad positiva
¿Qué metodología proponen ustedes en su libro para enseñar a obedecer?
- Más que una metodología desarrollamos la importancia de conceptos como ejercer la autoridad positiva, la necesidad de acompañar cada conducta de consecuencias y hacerlo de manera coherente y consistente.
Ser constante es fundamental. Por eso, contamos a los padres que deben estar convencidos de que quieren hacerlo y comprometerse a hacerlo de manera metodológica. Lo que les enseñamos es un esquema que incorporan como propio y lo que al principio parece algo artificial se convierte en un modo de actuar espontáneo. ¿A qué llaman ustedes autoridad positiva?
Los padres que: dejan que el niño se equivoque, son exigentes con el cumplimiento de las responsabilidades de su hijo a la vez que celebran sus logros y le animan a que intente nuevos retos. Son capaces de educar niños felices que se convertirán en adultos responsables.
Cuáles son los enemigos de esta autoridad positiva: ustedes mencionan, el cansancio, la incoherencia, las emociones…?
- Principalmente la sobreprotección del niño y el estilo autoritario.
Finalmente, ¿en cuántas ediciones va este libro y cuántas descargas de internet ya contabilizan? ¿Por qué consideran que ha sido tan exitoso este libro y el tema que abordan?
- La última de la que tenemos constancia es la sexta en libro, a las que hay que sumar tres en edición de bolsillo. En descargas no tenemos datos.
Habría que hacerles esa pregunta a los lectores, para nosotros es un placer saber que a los padres les interesa saber cómo educar bien a sus hijos.
QUIÉN ES LA SUPERNANNY ESPAÑOLA
Rocío Ramos-Paúl trabajaba como psicóloga de niños en Madrid. Un día vio un aviso por Internet, que decía “Buscamos psicólogos para programa de televisión”. Respondió, pensando que sería para asesorar sobre contenidos. Pero la historia terminó con ella convertida en la ‘nanny’ más famosa de España. De eso hace ocho años.
Hoy, además del programa de televisión, dirige el centro clínico Bien, en Madrid, especializado en orientación familiar. Es casada y madre de un niño de cuatro años. Publicó el libro “Niños desobedientes, padres desesperados”, bajo el sello de Editorial Aguilar.

Las temidas pataletas
¿Qué hacer frente a las pataletas, por ejemplo, cuando el niño muy pequeño, quiere dormir en cama de los papás, no comer, o insiste en meter los dedos en el enchufe?
Las temidas rabietas aparecen entorno a los 2-3 años. Los niños a esta edad no saben expresar hablando lo que les ocurre y recurren al lloro y los gritos para contarlo. Es labor de los padres enseñarles que esa actitud no es adecuada para conseguir las cosas, de forma que “no atender ese comportamiento” será la clave.
Hay que entender que para el niño la atención de los padres es el mejor premio. Si concedemos lo que quiere para que se calle o atendemos la rabieta repetirá esta conducta. Si le trasmitimos “esto no vale, esto no sirve” dejará de hacerlo. Cuando tras haber dicho que NO al niño comienza la rabieta, los pasos serían los siguientes:
1. Ignora la conducta y sigue haciendo lo que estabas haciendo o inicia una nueva tarea (poner la lavadora, leer un libro, ordenar la cocina, dúchate).
2. Le dices en primera persona lo que sientes: “Me estoy enfadando mucho” y utiliza palabras clave cortas: “basta, se acabó”.
3. Dile tranquilamente que no vas a hacer caso a lo que te pide: “lo siento no voy a cogerte en brazos”
4. Añade en un tono firme: “no voy a hacerte caso hasta que no dejes de…”
5. Retírate de la situación y dale un tiempo para que reflexione (un minuto por año) y sigue concentrado en tu tarea.
6. Pasado el tiempo de reflexión:
•    Si no se la ha pasado: repite los pasos 4º y 5º aumentando el tiempo de reflexión.
•    Si se la ha pasado: es imprescindible premiar su conducta adecuada: “como me gusta que estés así tranquilo y podamos seguir haciendo…”
Los niños tienen que pasar por las distintas etapas que les corresponden, una de ellas es la de las rabietas, igual que de adolescentes tienen que pasar por incumplir la norma. Si no lo hacen, se están saltando una etapa de su desarrollo y no están desarrollando capacidades que necesitan de adultos. Cuando las rabietas desesperan a los padres, lo primero que hacemos es explicar: “Tu hijo hace esto porque es la forma de interiorizar la norma”.
Después, viene la parte más bonita: la educación emocional. El niño no conoce sus emociones; por ejemplo, está cansado y se enfada y tiene una rabieta. Ahí debe intervenir el padre, ayudarle a identificar la emoción y controlarla.

http://hacerfamilia.cl/2014/01/ninos-desobedientes-padres-desesperados/

No hay comentarios:

Publicar un comentario