Los 7 Principios del Kybalión.
El Kybalión es
un documento que contiene el conjunto de enseñanzas de la filosofía
hermética, también conocido como los siete principios del hermetismo.
Escrito en los albores del siglo XX, su autoría se debe a un grupo
anónimo de personas autodenominados Los Tres Iniciados, aunque
las bases del hermetismo se atribuyen a un alquimista místico y deidad de
algunas logias ocultistas llamado Hermes Trismegisto, cuya existencia
pudo haber transcurrido en Egipto antes de la época de los
faraones.
Los “tres iniciados” que escribieron El Kybalión decidieron permanecer en el anonimato. Esto ha generado muchas especulaciones sobre quién escribió realmente el libro.
La teoría más probable es que el
Kybalión fue obra de William Walker Atkinson, con o sin ayuda
de terceros. Una de las primeras publicaciones de Atkinson pudo haber sido una
serie titulada Las Enseñanzas Arcanas, que comparte algunas
similitudes superficiales con el Kybalión: El Kybalión explora siete ‘Principios
Herméticos’, mientras que Las Enseñanzas Arcanas explora siete ‘Leyes Arcanas’;
el Kybalión afirma ser una elucidación de un antiguo texto hermético inédito del
mismo nombre, mientras que Las Enseñanzas Arcanas dicen explorar la sabiduría de
un antiguo pergamino no publicado de aforismos ocultos; ambos libros describen
tres ‘Grandes Planos’ de realidad que se subdividen cada uno en siete planos
inferiores. Ambos libros describen tres de los planos inferiores como “llaves
negras astrales”, similarmente a las teclas negras de un piano, y habitados por
espíritus elementales; y ambos libros describen con gran detalle el proceso de
la ‘alquimia mental’, el uno casi en total consonancia con el otro. Hay muchas
otras similitudes, que conducen de forma natural a la pregunta de si ‘Las
Enseñanzas Arcanas’ podrían haber sido el “primer borrador” de Atkinson para el
material que posteriormente se convertiría en el Kybalión.
LOS SIETE PRINCIPIOS
HERMÉTICOS:
I
"Todo es mente, el Universo es mental".
MENTE.
Este principio explica que Mente es el principio común
del universo, energía única que es la fuerza esencial de la composición química
de los elementos.
La energía mente se manifiesta en una escala infinita de vibraciones, de lo más denso a lo más sutil, conformando así los diversos materiales y elementos del universo.
Desde el punto de vista del que piensa, lo pensado es fantasía, ilusión, pero cada cosa tiene entidad real dentro de su escala vibratoria (por ej., si existieran los fantasmas serían reales para otros fantasmas).
La materia nace del pensamiento. El hombre también crea a través de su mente. La energía del pensamiento humano es capaz de crear la materia cuando alcanza la suficiente densidad vibratoria.
II
"Como es arriba es abajo; como abajo es arriba"
CORRESPONDENCIA.
Este principio se refiere a la similitud o sintonía
entre los diversos planos vibratorios del universo. Las mismas leyes de lo denso
actúan en lo sutil, y viceversa. El principio de Correspondencia actúa haciendo
que lo similar se agrupe con lo similar por una sintonización de la frecuencia
vibratoria y explica la constante relación entre los acontecimientos internos y
externos. Hay una influencia recíproca entre el ser humano y la naturaleza, y
entre nuestro mundo interno y nuestra realidad material. De esta manera,
operando en nuestra realidad externa influenciaremos nuestro mundo interno y
viceversa.
III
"Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra".
VIBRACIÓN.
Este principio explica las diferencias entre las
manifestaciones de la materia, la mente y el Espíritu. La materia y la energía
no son más que el resultado de estados vibratorios diferentes. El espíritu es un
extremo polar vibratorio más elevado y la materia un extremo polar vibratorio
más denso. Entre ambos extremos, nuestros pensamientos, nuestras emociones,
nuestros deseos, impulsos, son estados vibratorios de frecuencias intermedias.
Nuestros pensamientos, emociones, deseos e impulsos son solamente estados
vibratorios.
Nuestro cuerpo físico es un conjunto de sistemas que
vibran a una misma frecuencia, y la salud es solamente la armonía vibratoria de
los sistemas biológicos. En el terreno de nuestra vida personal todo gira en
torno a la vibración; si estamos alegres es por una vibración positiva; la
tristeza es una vibración negativa. Nuestro pensamiento nos hará ser más o menos
inteligentes de acuerdo a nuestra vibración mental. Cada persona tiene un largo
de onda mental que le es propia, de acuerdo a la frecuencia vibratoria de su
inteligencia; mientras más corta es la onda mental, más inteligente será el
sujeto y viceversa. Los hábitos de conducta, los estados emocionales, los
pensamientos habituales, las normas morales y espirituales del individuo
determinan la bondad o inconveniencia de sus estados vibratorios, lo que a su
vez influye de manera decisiva en su vida cotidiana.
Las vibraciones positivas o negativas se van acumulando
en el individuo y en cierto momento esta acumulación estalla por un detonante y
se producen acontecimientos fastos o nefastos.
IV
"Todo es doble; todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son semiverdades; todas las paradojas pueden reconciliarse".
POLARIDAD.
Todo es dual en el Universo, todo tiene dos caras. La
polaridad mantiene el ritmo de la vida. Conocemos la existencia de algo por el
contraste de su opuesto. Así encontramos: luz - oscuridad; amor - odio;
espíritu - materia ;vida - muerte; bien - mal ; vigilia ;valor - miedo; alegría
- tristeza Los opuestos se presentan siempre en el mismo elemento. El principio
de polaridad funciona a lo largo de una escala vibratoria de grados que va de lo
positivo a lo negativo, siendo lo positivo de naturaleza superior a lo negativo:
en cada cosa hay dos polos, en la temperatura está el frío y el calor, y aunque
son opuestos son una misma cosa. El espíritu y la materia son la misma cosa pero
se manifiestan vibratoriamente opuestos. Cualquier fenómeno tiene la posibilidad
de su manifestación contraria, y es factible cambiar algo no deseable en su
condición opuesta.
Esta es la base de la transmutación mental, el arte de
polarizar. Lo no deseable se neutraliza, cambiando su polaridad. Los extremos se
tocan; los dos extremos de la polaridad se atraen mutuamente. Es por esta razón
por lo que es más fácil transformar el odio en amor que desde la indiferencia.
La distancia más corta en este caso no es la línea recta, sino el círculo. Este
principio, a nivel práctico, permite apreciar los obstáculos de la vida en su
justo valor, ya que posibilita que una situación conflictiva pueda ser cambiada
gradualmente a través de una adecuada polarización en lo opuesto. El cambio de
un grado a otro de la escala vibratoria se consigue mediante la voluntad y el
autodominio.
V
"Todo fluye y refluye, todo asciende y desciende; la oscilación pendular se manifiesta en todas las cosas; la medida del movimiento hacia la derecha es la misma que la de la oscilación a la izquierda; el ritmo es la compensación".
RITMO.
El principio del
Ritmo nos muestra que todo en el Universo se encuentra en constante
transformación y movimiento, y dentro de él nada está inmóvil o estancado. Este
principio es perfectamente observable: todo en el Universo nace para alcanzar
una cumbre, decaer y destruirse, completando un ciclo vital y volviendo a
comenzar. Esto ocurre en todos los planos: personas, pueblos, civilizaciones,
planetas... El símbolo de este principio es el péndulo. El principio del ritmo,
junto con el de polaridad, mantiene el proceso de la vida.
La vida se mueve
rítmicamente entre dos polos, ( vida - muerte ) y el secreto está en mantener la
tensión y el equilibrio entre ellos. La polaridad y ritmo comandan al organismo
en sus más delicados procesos. La enfermedad es el quebrantamiento del ritmo o
la perturbación de la polaridad de los sistemas que componen el cuerpo. Este
flujo y reflujo se manifiesta no solo en nuestro cuerpo, sino también en
nuestras emociones, instintos, pensamientos, e incluso en las diferentes
situaciones vitales que vivimos. La persona crea sus propios estados rítmicos de
acuerdo a la naturaleza de las acciones que, al repetirse, terminan tomando un
ritmo, positivo o negativo. Son muchos los ejemplos, en el transcurso de la vida
cotidiana, que son fruto de ritmos creados por actos, tanto inconscientes como
deliberados. A través de la transmutación mental es posible elevarse por sobre
la oscilación rítmica y polarizarse en el polo deseado pero esto sólo es posible
a través de la elevación del nivel de conciencia y el ejercicio de la voluntad.
En el caso de estar inmerso en un ritmo negativo, la tendencia natural es que
ese ritmo se mantenga, y solo podrá cambiarse con una toma de conciencia y
ejerciendo la voluntad para crear deliberadamente un ritmo diferente y opuesto
al anterior.
VI
"Toda causa tiene un efecto; todo efecto tiene su causa; todo ocurre de acuerdo con la ley. Azar no es más que el nombre que se le da a una ley desconocida; hay muchos planos de causación, pero ninguno escapa a la ley".
CAUSA Y EFECTO.
Todo en el
universo tiene una causa específica; no hay causa sin efecto, ni efecto que no
tenga una causa, y la magnitud de un efecto es equivalente a la importancia de
la causa que lo generó. Este principio actúa sobre todos los planos de energía:
materia, mente y Espíritu. No existe la casualidad, la suerte o el azar;
empleamos estos términos solo para referirnos a causas desconocidas. El hombre,
en general, sólo conoce los efectos. El hermetista pretende acceder al
conocimiento de las causas. A través de este principio podemos comprender la
relación que existe entre los sucesos que le ocurren a un individuo y sus
acciones del pasado, ya sean de esta vida o de una anterior. En este sentido, la
palabra "karma", se refiere a aquella causa cuyo efecto aún no se ha
manifestado, ya sea este positivo o negativo. Este principio brinda una
explicación racional a las aparentes injusticias del mundo, cuando observamos
efectos cuyas causas no alcanzamos a entender. Al comprender este principio
entenderemos que todo lo que sucede en nuestras vidas, favorable o desfavorable,
tiene que ver con causas que nosotros mismos hemos puesto en movimiento en algún
momento, de forma consciente o inconsciente, y que no tiene sentido culpar a
Dios, a los demás o a la suerte, pues somos nosotros mismos quienes labramos
nuestra propia vida. No importa que no recordemos el instante, o se nos haya
olvidado lo qué hicimos en muchos momentos de nuestra existencia; el principio
de causa y efecto siempre se encuentra actuando y se nos presenta de manera
inevitable. De forma correspondiente, la comprensión en profundidad de este
principio, nos permite encontrar la solución a muchos de los problemas en la
vida, al asumir la importancia de generar causas favorables de forma consciente
para hacernos acreedores de sus efectos favorables.
VII
"El género está en todo; tiene sus principios masculino y femenino; el género se manifiesta en todos los planos".
GENERACIÓN.
Género es el
impulso de la vida, que no se puede originar ni mantener sin la presencia del
polo positivo y negativo. El Universo, en constante cambio, fluctúa entre ciclos
de transformación y creación. A nivel físico, por ejemplo, la fuerza de
atracción hace girar los electrones (negativo), alrededor del protón (positivo).
En los animales y en los seres humanos este ritual de la vida se repite: los
espermatozoides son atraídos por el óvulo y cuando uno de ellos logra
penetrarlo, sucede la concepción. Los problemas de la vida, por ejemplo,
constituyen el polo negativo, fuerza que al ser fecundada por una energía
positiva y generadora, permite lograr lo que se desea. El progreso espiritual
también puede verse desde esta perspectiva: así se crea la conciencia, a partir
del choque entre la inercia y el poder de la voluntad, dirigida por una mente
despierta. Esta ley, nos muestra cómo los principios masculino y femenino están
siempre en acción en la Naturaleza. En cada uno de los planos, la energía
femenina busca su unión con lo masculino, absorbe de éste lo activo y produce
una fuerza nueva. Lo masculino es lo generador y lo femenino lo concebidor. La
Generación se manifiesta en todos los planos. Esto quiere decir que tanto a
nivel físico, como mental, emocional y espiritual este principio actúa,
generando de forma constante elementos nuevos en nuestra
vida.
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